Dueños o encargados de los establecimientos afiliados a la Red de Abastecimiento Social (RAS) “empeñan” sus verifones por diversos montos de dinero, que en ocasiones superan el millón de pesos, permitiendo así que se pueda materializar el fraude al programa de auxilio social Supérate.
Con dicho subsidio, el Gobierno, a través de la Administradora de Subsidios Sociales (Adess) hace transferencias monetarias a personas de escasos recursos para que puedan usarlo en la compra de alimentos, medicinas y gas de cocina.
Desde el Departamento de Jurídica de la Adess informaron sobre la propietaria de un colmado que declaró haber empeñado su verifone (aparato electrónico para pagos de la tarjetas) por 1.3 millones de pesos.
Pero entre los casos que se han judicializado hasta el momento por fraudes que, en los últimos dos años se estiman en unos 300 millones de pesos, se manejan porcentajes diversos entre los confabulados que pueden ser de hasta un 40 % para los dueños del negocio y el restante para el clonador de la tarjeta.